Los tiempos cambian, las personas avanzamos y nos adaptamos a las nuevas necesidades y tendencias, dejando una huella única de imagen en cada época que vivimos. La imagen es aquello que proyectamos hacia el exterior y que debemos estar constantemente adaptando a los entornos, situaciones o experiencias que nos rodean.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras, y que la primera impresión que nos llevamos de alguien es difícil de cambiar o modificar, por lo tanto debemos de cuidar al más mínimo detalle cada una de nuestras expresiones, movimientos, gestos y comportamientos.
Es por esto que las empresas deben definir una imagen basada en valores esenciales que jamás se deben saltar o romper por parte de ningún miembro de la organización.